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El escritor Julio Llamazares prologará 'Mientras cenan con nosotros
los amigos', una obra de carácter testimonial
LOURDES DURÁN. PALMA.
Si algo caracteriza a la editorial Candaya -este próximo diciembre
cumplirán un año- es el rigor en sus elecciones. Si como "marca de
la casa" está el tender puentes entre autores de Latinoamérica y
lectores de España, recuperando así un espíritu similar al de Carlos
Barral con Seix Barral, éste se amplía con excepciones. Una de ellas
será la novela póstuma de Avelino Hernández, Mientras cenan con
nosotros los amigos, que verá la luz en mayo del 2005.
"La decisión de editarla es la suma de una conjunción de factores.
El primero de ellos fue la curiosidad que nos despertó la admiración
y pasión unánimes que tenían muchas personas de Mallorca hacia
Avelino. Después su viuda, Teresa Ordinas, nos pasó el manuscrito, y
nos impactó", comenta Olga Martínez.
Avelino Hernández falleció el 22 de julio del 2003. El escritor,
nacido en Valdegueña (Soria) en 1944, hizo de Selva su última
morada. Premio Miguel Delibes de Narrativa, fue una persona con un
amplio interés por lo humano, de ahí que su trayectoria literaria
ocupase prácticamente todos los géneros, y que su quehacer vital se
vinculara a lo político y lo social. Su última novela, que prologará
el también escritor y amigo Julio Llamazares, la inició antes de
conocer la enfermedad mortal, pero fue escrita en su estallido. "El
carácter de testimonio y casi de testamento me sobrecogieron. En
ella deja claros algunos de sus principios", subraya Olga Martínez.
No fue, con todo, la búsqueda de un motivo morboso la que impulsó la
edición, sino el valor literario que encierra la novela. "Nos gustó
la prosa lírica, su poesía depurada, cómo logra esa estructura
fragmentaria en la que oscilan narración, biografía, ensayo, poesía,
correspondencia", destacan desde Candaya.
Está previsto que la novela se presente en mayo ya que "Ignacio Sanz
testifica que existe un compromiso serio de que la tertulia mensual
que se celebra en Segovia, estará dedicada por entero a Mientras
cenan con nosotros los amigos". Después se presentará en toda
España, con especial atención a las geografías que habitó como
Soria, Madrid y Mallorca.
Avelino Hernández publicó anteriormente las novelas La señora
Lubomirska regresa a Polonia, Los hijos de Jonás y Una casa en la
orilla de un río; dejó tras su muerte un poemario, El septiembre de
nuestros jardines, y un libro de epigramas, Las bolsas de la basura,
que podrían ser publicados también el próximo año.
Cuenta con una abultada bibliografía, entre la que destacan La
historia de San Kildán, que le valió el premio Miguel Delibes, y La
sierra del Alba, y sobre todo, fue un prolífico autor de cuentos
para niños. De hecho, él mismo ejerció de cuenta cuentos muy a
menudo.
Al año de su muerte, el Ayuntamiento de Selva le dedicó un homenaje.
Una escultura le recuerda en la plaza. Cada año, coincidiendo con
las fiestas del pueblo, se celebrará alguna actividad relacionada
con la obra literaria de Avelino Hernández.
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