En el próximo mundo

(Candaya, 2011)

Mario Campaña

-Selección de poemas-


27
POR DONDE ENTRÓ LA MUERTE

“Aquí”, dijo el viejo, con el dedo índice pegado
A la frente, en el centro. “Aquí fue el tiro”.
Era mediodía y el hombre llegaba
A la terraza del barrio en pijama, como si tuviera
Los hechos incrustados en los pliegues
De su rostro cerúleo y avinagrado, en su memoria
Transparente. Hablaba del hijo, de la muerte del hijo,
Un guardián nocturno.
Estábamos, ella y yo, con nuestro enfermo, con
Tres cervezas y nuestro enfermo, que había pasado la [noche
Envuelto en un colchón, atendiendo la receta de una [curandera.
Le había dicho que si conseguía sudar,
Sudar todo, expulsaría su mal; pero callamos
Para escuchar la historia del viejo. El sol
Se revolcaba entre las hojas; papeles sucios corrían [por el suelo.

Y de esas historias sólo ha quedado un comienzo, un [lugar,
Dos dedos encima del entrecejo, por donde entró la [muerte.

 

31

Hermano, ya que me has llamado, escúchame.
Y hazme caso...
...
Anda al cementerio y despídete de todos.
No olvides a nadie... No olvides ninguna bendición.
...
Cuando llegues, ten cuidado con la gente.
No te metas en problemas. .... No discutas.
...
No los mires de frente, a los ojos:
A los europeos no les gusta eso.
...
¡Van a pensar que estás loco!
No les hables si no los conoces.
Y si los conoces, haz como si no los conocieras.
...
Olvídate de piropos, que se ofenden.
Y no persigas a las mujeres en la calle,
O van a llamar a la policía.
...
No te emborraches.
Trata de casarte con alguien de allá.
...
Piensa: haz otra vida.
...
...
..... Ya que has decidido irte, hermano....
Olvídate ..... de este país. Y si puedes,
No vuelvas.
...
 

 

42
EN EL PRÓXIMO MUNDO


En el próximo mundo podremos más.
También ahora podemos más,
Pero las huellas del desastre
Y la falta de sueño
Nos impiden creer que podemos más.

En el próximo mundo no será tarde
Para poder más. Nunca será tarde
En el otro mundo.
Y por eso podremos más.

Cuando hagamos otro mundo
Las piezas que hoy no encajan
Encajarán sin falta.

Música y mundo, por ejemplo,
Irreconciliables ahora,
Volverán a armonizarse.

Tendrá derecho a existir el delirante.
El que cree y el que no cree.
El que vive de la esperanza
Y quien se despoja de toda ilusión
Para seguir vivo al día siguiente.

En el próximo mundo lo viejo será joven y lo joven
Primero existirá en su pura belleza,
Luego madurará y será aún más joven.

Sólo el vencedor se quedará sin sitio
En las galerías de nuestro próximo mundo.
Sólo la reina de la fiesta se quedará sin bailar.
Y sólo el que duerme, sin soñar.
Pero a la casa del próximo mundo
Entraremos todos.

Porque en el próximo mundo los puentes
Serán más largos y no unirán sólo orillas
Sino islas que flotan en nosotros,
Y más allá de nosotros.

Ni la fuerza ni la astucia
(Del escorpión que esconde su ponzoña)
Tendrán espacio allí:
Todos mostraremos nuestros males, cada uno
Sabrá en dónde está cada veneno
Y conocerá el antídoto.
El próximo mundo estará lejos de éste,
Y hasta allí llegaremos vagueando,
Girando y girando sobre nuestras cabezas,
Porque el próximo mundo cambiará siempre de lugar:
Ni el amigo ni el enemigo serán nunca estables.

En ese tiempo nuestro pobre mundo
Ya habrá aprendido a vivir con la penumbra.
No nos engañará la luz, artificiosa,
Como a los peces,
Cazados por lamparillas que ocultan
La sabiduría de la noche.