Sílabas de arena, de Antonio Tello

Joaquín Benito de Lucas

Biblioteca José Hierro, Talavera de la Reina, 30 de abril de 2004


La segunda obra publicada por la Editorial Candaya dentro de la Sección de Poesía es la titulada "Sílabas de arena" de Antonio Tello, poeta argentino nacido en 1945.  

Lo primero que quiero destacar de este libro es el acierto del título. "Sílabas de arena" es una sugestiva propuesta entre la escritura que se descompone y la materia que se desintegra, entre el balbuceo de la expresión y la descomposición del pensamiento.  

Dice Cristina Peri Rossi en el inteligente prólogo al libro, que la función de la poesía, según Antonio Tello, es "Conjurar el olvido". Así leemos en el poema "Éxodo (I):  

"Llueve y la lluvia anima las almas al olvido"  

Pero a pesar de ese olvido, no se pueden librar de vivir encerrada en el pequeño círculo de la existencia como en un perdido Paraíso del que nadie puede escapar. Es como el "Huit clos" sartriano o como el aula machadiana del poema "Recuerdo infantil" donde los niños-hombres, sitiados por la lluvia-tiempo escuchan la voz de la junticia-injusta y desgranan la angustia de existir en una monótona cantinela que representa al también machadiano verso "Hoy es siempre todavía".  

En el Paraíso de Antonio Tello "La angustia que no oprime es Dios".  

En los poemas "Retorno" así como al principio del titulado "Creación", encontramos una visión del alma que nos hace recordar la teoría platónica sobre la misma. Al unirse alma y cuerpo, ésta posee conocimientos innatos que se oscurecen con tal unión. El cuerpo ciega al alma.  

Así el sujeto lírico dice:  

"La experiencia de nacer perturba al alma."  

Y en el cuerpo perecedero el alma que es inmortal, se va oscureciendo a consecuencias de su caída dentro del mundo de los sentidos.  

Al alma le trastorna la mirada que le enseña la fínitud.  

Pero el saber del alma es el recuerdo en el que se basa la teoría de la reminiscencia, con lo que Cristina Peri Rossi tiene razón al afirmar, como ya hemos dicho, que la función de la poesía según Antonio Tello es "conjurar el olvido".  

También en "Creación", Cristina Peri Rossi observa el carácter vanguardista de esta última parte del libro y menciona notables antecedentes de esta forma de hacer poesía desde Apollinair hasta Octavio Paz. Yo quiero mencionar en esa ilustre nómina de poetas de vanguardia a nuestro Gerardo Diego que con sus dos primero libros "Imagen" y "Manual de espuma" contribuye, junto a Vicente Huidobro a dejar notables ejemplos del creacionismo en la poesía del 27.  

En fin, estas "Sílabas de arena" son una muestra de una de las corrientes líricas en la que el posicionamiento ante la realidad se hace a través de un pensamiento lúcido, una experiencia de lo perecedero y un lenguaje sobrio que se origina dentro del proceso de la creación lírica y que con ella se destruye. Lo demás es silencio.

 

Joaquín Benito de Lucas

Talavera de la Reina, 30 de abril de 2004