Fallece el escritor argentino Sergio Chejfec 4 de abril de 2022 – Posted in: Reseña
Todavía en ‘shock’ tras la muerte de nuestro querido y admirado Sergio Chejfec. Su prematura muerte (solo tenía 65 años) se produjo este sábado en Nueva York, donde el escritor argentino residía desde 2005 e impartía cursos y talleres de literatura en el Programa de Escritura Creativa en Español de la New York University.
Sergio Chejfec nos deja un inmenso legado humano y literario. En Candaya tuvimos el honor de compartir momentos inolvidables con Sergio y de publicar cuatro libros suyos: Mis dos mundos (Candaya, 2008), Baroni: un viaje (Candaya, 2010), La experiencia dramática (Candaya, 2013) y Modo Linterna (Candaya 2014).
Sergio Chejfec ha sido uno de los autores más sólidos y prestigiosos del nuevo canon de la literatura argentina y su obra narrativa ha sido traducida al inglés, francés, alemán, portugués y hebreo.
Nuestro más sincero pésame a sus familiares y allegados. DEP.
DE LA LITERATURA DE SERGIO CHEJFEC LA CRÍTICA HA DICHO:
“El último libro que he leído y que, por cierto, me ha interesado enormemente ha sido Mis dos mundos (Candaya, 2008) de Sergio Chejfec. En él se desarrolla la crónica de un paseante, de un caminador, en la línea de Walser, Magris o Sebald. Un buenísimo escritor, no puedo contenerme” (Enrique Vila-Matas, Hermano Cerdo).
“Chejfec pone en marcha desde dentro –como dinamita pura– un mecanismo narrativo que, por su lectura implacable de la realidad, nos acerca a la verdad muda del vago flotar kafkiano” (Enrique Vila-Matas).
“El argentino Sergio Chejfec se debate entre las estrategias novelísticas presumiblemente antagónicas de Joyce y de Simenon. Entre la narración como arte y como discurso. El mundo interior y el exterior. En su novela Mis dos mundos se muestra cómplice de ambas tendencias y las combina abriéndose a prometedores territorios literarios” (Enrique Vila-Matas, Babelia, El País).
“Un ejercicio de desbanalización de la ficción en aras de su integridad original, paradisiaca: escuchar y ser escuchado. Y la felicidad de los lectores por contar con un escritor como Sergio Chejfec en lengua castellana” (J. Ernesto Ayala-Dip, Babelia).
“La capacidad de Sergio Chejfec (Buenos Aires, 1956) de dotar de materia y cuerpo a los pensamientos y elucubraciones de los personajes de sus novelas lo ha colocado en el selecto grupo de los escritores argentinos más respetados dentro y fuera de su país. La traducción al inglés de Mis dos mundos en la prestigiosa editorial estadounidense Open Letter Books no para de acaparar alabanzas. Con La experiencia dramática que puede ser considerada la más teatral de sus novelas y no sólo por lo explícito de su título, Sergio Chejfec rompe cuatro años de silencio”
(Antonio Jiménez Morató, Revista Eñe, Diario Clarín).
“Barthes decía que la literatura debería obstinarse en resistir “a los discursos tipificados que la rodean”. Si es así debería ser algo muy parecido a lo que ha buscado de manera extrema Chejfec en esta novela (…) Chejfec se sitúa en la zona más tenue de la ficción. Trabaja con muy pocos elementos tradicionales que no utiliza de manera tradicional. La ciudad está descrita con una precisión plástica que no responde a la percepción real sino, precisamente, a algo que puede ser imaginado en un libro de imágenes. La ciudad es la escenografía de la caminata de los personajes” (Beatriz Sarlo, Diario Perfil).
“Sergio Chejfec no es anecdótico. Me atrevo a decir que es uno de los pocos novelistas filósofos. En todos sus libros se reconoce un humor muy plácido, que vibra en el borde mismo de la seriedad y que contiene una dosis adicional de su oralidad cálida, vacilante y, a la vez, perfecta. Chjefec ejecuta rituales incomparables, en los que el azar aporta su ufano grano de sal” (Luis Chitarroni, Revista Eñe, Diario Clarín).
“En Lenta biografía, su primera novela, Sergio Chejfec se pregunta: “¿De qué manera algo intangible como el pensamiento se convierte en palabras?” Y a partir de allí toda su producción literaria girará en torno de esa pregunta. Los libros de Chejfec nos internan en un oscuro pantano de signos que signos que socavan todo tipo de certezas. El tiempo y el espacio son las coordenadas sobre las cuales se configura su particular forma de narrar. Sus personajes caminan y piensan, escuchan y asocian, avanzan y retroceden. La experiencia dramática, su décima novela, es como Glosa de Saer, una novela peripatética que transcurre como si se tratase de un larguísimo plano, en una secuencia de tiempo continuo” (Virginia Cosin, Revista Eñe. Diario Clarín).