Esperando no se sabe qué. Sobre el oficio de profesor.

Candaya Abierta, 9

Primera edición: mayo de 2019

Diseño de la colección: Francesc Fernández
Imagen de cubierta: Francesc Fernández

ISBN: 978-84-15934-65-3

21×14 cm; 464 págs.

Un libro que ama, dignifica y defiende el noble y milenario oficio de profesor.

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Un homenaje a los profesores y a las profesoras que, contra viento y marea, continúan haciendo bien su trabajo y levantando diques en escuelas, institutos y universidades públicas para que el mundo no se deshaga y el suelo en el que crecen los niños y los jóvenes no sea del todo hostil. Esperando no se sabe qué es un libro que ama, dignifica y defiende el noble y milenario oficio de profesor y, por ello, está escrito a contracorriente de la transformación de la escuela en una empresa; de la reconversión de los profesores en gestores emocionales y animadores de aula; del programa educativo del capitalismo cognitivo, ese que se fundamenta en el aprender a aprender, en las competencias y en las inteligencias múltiples.

Desde una prosa ensayística, sobria, hospitalaria, inspiradora, y coral, Jorge Larrosa entabla un diálogo con algunos autores que ayudan a pensar la escuela como enclave o refugio, como espacio-tiempo separado (Vilém Flusser, Jacques Ranciére, Michel Foucault, Hannah Arendt, Pierre Bourdieu, Peter Sloterdijk…) o con novelistas y filósofos como Margarite Duras (especialmente con su novela Un dique contra el Pacífico), Peter Handke o Roland Barthes.


Jorge Larrosa (Valderrobres, Teruel, 1958) es profesor de Filosofía de la Educación en la Universidad de Barcelona. Ha dictado cursos en diversas universidades europeas y latinoamericanas. Sus escritos, de clara vocación ensayística, se sitúan en un terreno fronterizo entre la filosofía, la literatura y la educación. Ha trabajado con artistas de las artes escénicas y de las artes plásticas, y con todo tipo de mediadores culturales. Sus libros han sido publicados en España, Brasil, Colombia, México, Venezuela y Francia. Entre ellos destacan: La experiencia de la lectura (1996), Pedagogía Profana (2000), Estudiar/Estudar (2003), Entre las lenguas (2003), Tremores. Escritos sobre experiencia (2014), Elogio de la escuela (2017). Con Carlos Skliar: Habitantes de Babel. Poéticas y políticas de la diferencia (2001), Entre Pedagogía y literatura (2005), Experiencia y alteridad en educación (2009). Con Inés A. de Castro: Niños atravesando el paisaje. Miradas cinematográficas sobre la infancia (2009). Con Marten Simons y Jan Masschelein: Jaques Rancière. La educación pública y la domesticación de la democracia (2011). Con Karen C. Rechia: P de profesor (2018).


POR QUÉ LECTORES Y LIBREROS DEBEN APOSTAR POR ESPERANDO NO SE SABE QUÉ. SOBRE EL OFICIO DE PROFESOR.

  1. Es un libro a contracorriente. Del programa educativo del capitalismo cognitivo, ese que se fundamenta en el aprender a aprender, en las competencias y en las así llamadas inteligencias múltiples. De la conversión de la escuela en una empresa, de la educación en una inversión y de los niños y los jóvenes en futuros talentos que hay que localizar y desarrollar. De la reconversión de los profesores en facilitadores de aprendizaje, animadores de aula y gestores emocionales.

 

  1. Porque es un libro comprometido con la defensa de la escuela como institución pública y, por tanto, separada. A la contra de su captura por los intereses (privados) de la familia. Y de su subordinación a las lógicas (privadas) de la economía y de la empresa.

 

  1. Porque es un libro que trata de construir una manera escolar y pedagógica de pensar el oficio de profesor, que resiste. A la colonización psicológica de las teorías y las prácticas educativas, esa que la fundamenta en teorías del aprendizaje. A su colonización sociológica, esa que insiste en las funciones sociales o políticas de la escuela. A su colonización económica, esa que se despliega en la obsesión por la eficacia y los resultados, y por el uso de palabras como “calidad” o “innovación”.

 

  1. Porque es un libro que ama, dignifica y defiende el oficio de profesor. Frente a todos aquellos que sólo les dicen lo que hacen mal y lo que deberían hacer de otra manera. Que sólo les dicen que sus maneras están obsoletas y atrasadas, que deben reciclarse y actualizarse. Que contribuyen a la proletarización y precarización de su oficio y a la pérdida de su autonomía profesional y de su autoridad simbólica.

 

  1. Porque es un libro escrito de una forma coral y en una prosa ensayística, a veces de alta tensión literaria, generosa, en ocasiones conmovedora, sobria, hospitalaria, respetuosa, y siempre inspiradora. El libro es como un jardín, o una selva, que pide una lectura lenta, atenta y pensativa, que se ve siempre recompensada por la abundancia de ideas y de sugerencias que ofrece en cada una de sus páginas.

 

  1. Porque es un libro que provoca conversaciones apasionadas, que no deja indiferente, y que ofrece a los profesores una imagen de sí mismos hecha de rigor y responsabilidad, pero también de belleza y de amor por el oficio.

 

  1. Porque es un libro que interesará a los que se preocupan por el futuro la escuela (desde la primaria a la universidad) y por el de esos otros inventos griegos emparentados con ella que son la democracia y la filosofía, hijos también de la igualdad, del espacio público y del tiempo libre (scholè).

 


DE LA OBRA DE JORGE LARROSA SE HA DICHO:

 

 “Una reflexión intensa y vital sobre el oficio de profesor. Jorge Larrosa ha escrito un libro que se lee como una novela. Literatura, filosofía y pedagogía se combinan como una sinfonía que sugiere, que provoca y que da a pensar.” Joan-Carles Mèlich. Universidad Autónoma de Barcelona.

“Un libro sabio y generoso, como un cofre de tesoros: donde quiera que uno lo abre, encuentra algo valioso, que conmueve y que invita a pensar. Larrosa pone a trabajar la pregunta sobre qué es ser profesor hoy, dialogando con otros profesores y con las lecciones de grandes maestros del siglo XX como Barthes, Foucault o Rancière. Una buena bitácora para adentrarse en la docencia como una espera indefinida que involucra atención, cuidado y deseo de transmitir y renovar un mundo común.” Inés Dussel. Departamento de Investigaciones Educativas. México.

“Un libro-conversación, coral, sembrado de provocaciones, aporías, brechas y conflictos que hacen época. Propone ópticas que surgen de encuentros inesperados, que dan batallas. Un libro que se constituye como un aparato de combate. Larrosa abre aquí su vida conversacional, la torna pública y la desnuda como un profesor amante de su oficio, quizá tímido pero convencido de su entrega: un testimonio de que enseñar, como viajar, es abrir nuevas conversaciones y nuevos paisajes.” Facundo Giuliano, catedrático Universidad de Buenos Aires.

“Inteligente y provocador resumen de una vida dedicada a pensar y ejercer el oficio de profesor, repleto de lecturas y conversaciones. Una obra escrita con amor y artesanía, dos condiciones esenciales en el arte de llegar a ser profesor. Un libro que permite que nos reconciliemos con lo mejor de la tradición pedagógica. Imperdible.” Fernando Bárcena. Universidad Complutense de Madrid.

“Jorge Larrosa es un autor conocido por la originalidad, la fuerza y la lucidez de su prosa y por haber hecho de la experiencia de la lectura y la escritura uno de sus principales temas de estudio. Al hablar de su oficio, de sus lugares y gestos, habla también de un modo atento y cuidadoso de estar en el mundo, de abrir y sostener un mundo común, de estar en relación con los libros y los jóvenes, donde lo que está en juego es impedir que el mundo se deshaga. Las páginas que componen el “elogio del aula” son de las más hermosas que he leído en los últimos años. Una obra de madurez” Maximiliano López. Universidad Federal de Juiz de Fora, Brasil.

“Leer este libro es como sentarse a la mesa con el trabajo del pensamiento incesante de Jorge Larrosa, siempre en descomposición, composición y recomposición. Es entrar en las conversaciones de él con otros y de otros con él. Es entrar en los problemas vivientes del oficio de profesor allí donde quiera que aún haya escuela. Es estar ante una memoria pedagógica inquieta que plantea más preguntas que respuestas. Es conmoverse ante el decir y el mostrar de algunas de las formas y maneras que se encarnan, de un modo siempre singular, en el oficio de profesor.”, Diana Suárez. Corporación Cultural Estanislao Zuleta. Medellín (Colombia)

“Este libro presenta, de forma primorosa, los modos de ser y de hacer de un profesor y, al mismo tiempo, resuena con los modos de ser y de hacer de cualquier profesor. Sin tratar de una forma grandilocuente las situaciones de aula que describe, y sin destacar lo extraordinario de las historias que cuenta, el libro es un verdadero elogio al profesor en la humildad y la materialidad de los gestos cotidianos que componen su oficio, al mismo tiempo que reaviva, en cada uno de nosotros, esa “voluntad infatigable de recomenzar, otra vez de nuevo”, sin que sepamos qué es lo que nos espera.” Karen Rechia. Profesora de secundaria. Florianópolis (Brasil)

“El libro es una conversación (con profesores, filósofos y poetas) sobre los gestos diarios del oficio de profesor. Y es también un convite a una conversación generosa, inventiva, brillante, inquietante y conmovedora que mantiene abierta la potencia de pensar.” Carmen Sanches. UniRio. Rio de Janeiro (Brasil)

 


Fragmento de Esperando no se sabe qué. Sobre el oficio de profesor.

Dossier de prensa

Portada en alta resolución

Fotos del autor 1, 2


Esperando no se sabe qué. Sobre el oficio de profesor en la prensa
Elogio del estudio y la escuela: Sobre el oficio de profesor de Jorge Larrosa

Por Fernando Bárcena, Pliego Suelto, 23 octubre de 2019
«un elogio del noble y griego oficio de profesor: un profesor que está en el aula, que lee y escribe, que da a leer y a escribir, y por tanto a pensar.»

Esperando no se sabe qué

Por Jaume Cela, El Diari de l’Educació, 26 junio 2019
«Les meves paraules només pretenen, i no és poca cosa, deixar constància d’una experiència de lectura amb el desig que l’agafeu aquest estiu i l’aneu llegint lentament, com qui assaboreix un bon vi mentre el sol de la tarda cau, lentament també i repeteixo la paraula lentament perquè s’imposa en la lectura el ritme i la velocitat que gasten els cargols lleidatans.»