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¿Qué es una casa? ¿Qué es tener un sitio adonde volver? La narradora de esta historia hace un recorrido por todas las casas en las que vivió, desde esa casa inaugural e inolvidable de la infancia, hasta la última, casi una ruina. Y también por las otras casas, la mayoría ajenas, que habitó y son asimismo su historia. El movimiento de “mudanzas” es además un movimiento migratorio, pero sobre todo es una sucesión de preguntas: por la pertenencia, la extranjeridad o la familia. La casa indiana en Soria de ese bisabuelo que supo ir a América y regresar. Ida y vuelta, movimiento fundante. Luego, la familia que siguió en Argentina: el padre, la madre, la tía, las hermanas. ¿La familia es un lugar propio o impropio? No hay respuestas, pero sí tal vez una certeza: casa y cuerpo son dos estructuras en síntoma que dicen algo sobre la vida y sus escombros.
Que tenga una casa es la cuarta novela de la escritora argentina Florencia del Campo. Un libro en el que indaga sobre la casa como un símbolo, un referente, como el cuerpo que nos contiene y en el que, a veces, vivimos como en una prisión, buscando inútilmente escapar. La casa en tanto destino y origen, memoria y futuro desconocido. La casa: algo propio y ajeno al mismo tiempo.
LA AUTORA: FLORENCIA DEL CAMPO
Florencia del Campo (Buenos Aires, 1982) vive en Madrid desde el año 2013. Es Editora por la Universidad de Buenos Aires, donde también se formó en la carrera de Letras. Publicó las novelas La huésped (2016), Madre mía (2017) y La versión extranjera (2019), que fue ganadora del L Premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro. Ha publicado los libros de poemas Mis hijas ajenas, ganador del Premio La Bolsa de Pipas, Las casas se caen en verano (2022) y El hombre del padre (2024). También ha publicado la novela juvenil Soy (2020). Tiene, además, varios libros infantiles publicados en España. Imparte talleres y cursos de escritura creativa en diversas instituciones.
Fragmento de QUE TENGA UNA CASA
LO QUE SE HA DICHO SOBRE LA OBRA DE LA AUTORA
“La argentina Florencia del Campo borda una brillante novela sobre la culpa y el rencor que emanan del amor obligatorio y de la exigencia del cuidado familiar” Marta Sanz, El País.
“Del Campo se rebela, pero algo se le queda clavado dentro: esa materia turbia y conflictiva de la mejor literatura.” Marta Sanz, El País.
“Madre Mía no es una cosa patéticamente melodramática con pretensiones desgarradoras y de gran alivio, sino una novela que perturba se subleva, discrepa, encuentra el conflicto, logra una fisura formidable.” Javier Divisa, Eñe.
“Tomo este libro como lo que es, o como lo que quiere su autora que sea: una novela sobre la literatura y sobre el lenguaje, y no tanto sobre las relaciones familiares y cómo estas nos construyen y cómo estas nos encallan. Si lo tomamos de esta manera, resulta un artefacto literario brillante.” Sara R. Gallardo, Liberoamérica.
“Ya sea como tributo, en Ordesa, o poniéndose en lo peor, en Saturno, Carta al Padre, Adiós a los padres o Apegos feroces con la que la novela de Florencia guarda más similitudes. Devaneos, Francisco H. González.
“Gran novela sobre el duelo, la enfermedad y las relaciones familiares en la distancia. Florencia del Campo no elude contar las cosas, se sirve de formas distintas para transmitir el dolor de lo narrado a la vez que utiliza la escritura como ejercicio de reconciliación” Fondo Lector.
- Que tenga una casa es una novela de naturaleza híbrida, que mezcla el ensayo y la ficción para contar una historia singular: la búsqueda de una casa definitiva. La protagonista de este libro es una migrante argentina que llega a Madrid y pasa el tiempo entre trabajos precarios y la búsqueda de su lugar en el mundo.
- Hay una profunda, inteligente y a la vez emocional, reflexión sobre la condición de extranjería, sobre el lugar de los migrantes, sobre la distancia con el origen y las diversas maneras de hacer, y deshacer, vínculos nuevos. ¿Qué significa ser migrante?, ¿cómo se relacionan el lugar de origen y el nuevo destino?, ¿qué queda de nosotros allá en la distancia y que hemos de reinventar de nuestra identidad en el nuevo espacio?
- En el desarraigo de la narradora hay una búsqueda de los orígenes: la recuperación, mediante el recuerdo, de la casa familiar, vendida tras la muerte de la madre; las historias de la casa indiana de un abuelo soriano que hizo fortuna en América; las coincidencias del pasado familiar con personajes como Machado o Sánchez Mazas; cualquier relato que pueda proporcionarle un asidero, un referente, una tierra fértil dónde echar raíces.
- Una serie de cambios de perspectiva y de voz, de juegos metaficcionales, componen buena parte del relato: de contar su propia historia en primera persona, la narradora cambia su punto de vista, su mirada, y por momentos nos cuenta el relato en tercera persona como si ella fuera un personaje de una historia inventada.
- La casa como tema central del libro ofrece una variedad de simbolismos e interpretaciones: la casa como lugar seguro; como cuerpo con su propia anatomía y sus órganos; como memoria familiar e individual; como asiento de un pasado que se pierde; como mapa de afectos, relaciones y proyectos; como lugar de aislamiento y encierro, lejos del mundo y, al mismo tiempo, propicio para la introspección y el descubrimiento.
- Que tenga una casa es también una novela sobre las relaciones: las de pareja, las familiares, las de amistad, las de una maternidad imposible que se manifiesta, con ternura y con crueldad, en el vínculo que la protagonista establece con las niñas a las que cuida cuando trabaja de canguro durante los primeros años en Madrid. Un compendio de afectos, algunos quebradizos, otros sólidos, otros desesperados, todos ellos ejerciendo una influencia decisiva en el destino de la narradora.
- La pertenencia, lo propio y lo ajeno, la posesión, son otros de los temas de este libro fragmentario y de prosa directa, pero con voluntad poética. Con una estructura que evoca los planos de construcción de una casa, desde la intemperie hasta los cimientos, Que tenga una casa es una novela que lo mismo navega por los interiores que por el mundo exterior, el adentro y el afuera de las casas que cuentan nuestra historia vital.
- Florencia del Campo es una escritora argentina radicada en España que es ya una voz sólida en la literatura de habla hispana. Reconocida con premios como el Ciudad de Barbastro, en narrativa, o La Bolsa de Pipas, en poesía, es autora tanto de novelas como de poemarios y de libros de literatura infantil y juvenil.
QUE TENGA UNA CASA, EN LA PRENSA
Que tenga una casa de Florencia del Campo | Reseña y lectura de fragmentos
Por Enrique Carro, en su canal de Youtube Enrique Carro | Lector, 28 de octubre de 2024
“La casa no solo como el edificio donde vivimos, sino todos los significados que trae consigo: como atadura, destino, un lugar para volver, un espacio que conecta con la infancia, cargado de traumas, nostalgia y reconciliación”.
Homenaje a las mujeres que han sostenido una familia y a una nación entera
Por Dani de la Fuente, en La Hora Extra, Cadena Ser, 27 de octubre de 2024
Del Campo se plantea reflexiones existenciales y filosóficas sobre lo que es una casa, concepto que aún no tiene del todo claro. “Un sitio a donde volver, para evitar una vida a la deriva si se quiere”, dice. Otra de las hipótesis es que una casa es como un cuerpo. La casa convive con el cuerpo.
Florencia del Campo: casa, inmigración, cuerpo, escritura
Por Verónica Nieto, en su blog Rumiar la biblioteca, 21 de octubre de 2024
Sabemos que no tener casa es no tener raíces o ataduras, y que tal vez elegir la intemperie absoluta sea la manera más radical de ser libre. Pero sabemos que la casa es mucho más que un techo: es metáfora y símbolo; es pertenencia.
Que tenga una casa, con Florencia del campo, en La Estación Azul
Por Carolina Alba Castro, en La Estación Azul RNE, 20 de octubre de 2024
«En esta novela, lo que me parece más interesante o lo que me gustaría destacar es que también se considera la necesidad de una casa mucho más allá de una posesión de un bien y de una posesión económica o de inversión. Excede la cuestión financiera y tiene que ver con arraigarse a algo, ¿no? Con encontrar un eje y tener un sitio, como la novela menciona varias veces, al que volver.»
Que tenga una casa, de Florencia del Campo, recomendaciones semanales de Página 2
Por Óscar López, en Página 2 RTVE, 6 de octubre de 2024
La narradora nos lleva a un recorrido por todos los hogares que ha habitado, desde la casa inolvidable de su infancia hasta la última en su vida adulta. A través de las mudanzas y migraciones, explora temas de pertenencia, familia y cómo el concepto de hogar se entrelaza con el cuerpo como estructuras clave para entender nuestra sociedad.
Florencia del Campo, «El regreso a la casa»
Por Octavio Gómez Milián, Revista Turia (versión digital), octubre 2024
El libro tiene un inserto que aparece, una y otra vez, la búsqueda del cuento, del libro sobre familia, casas y extracción vital, como cómo construir una casa -que representa el futuro-, frente a conservar el recuerdo. Piezas, unidas, que acaban teniendo un hilo conductor, la literatura fraccionada, la literatura en olas y secciones, escribir es extranjerizarse. Que tenga una casa de Florencia del Campo es una propuesta de encrucijada íntima, fragmentaria y atemporal, realista hasta que encuentras citas como esta: “La casa que vuelve en sueños todas las noches en el sueño hay una casa”.
Florencia del Campo, escritora argentina afincada en Madrid: “Los objetos son ‘souvenirs’ de la vida y perderlos es la muerte de parte de nuestra memoria”
Por Miguel Ángel Artigas, Diario de Teruel, 1 de octubre de 2024
“Mudarse significa perder muchos objetos, objetos físicos. Y aunque es muy liberadora esa idea de dejar atrás cosas, o muy romántico eso de que tu vida cabe dentro de una mochila, con los años descubres que pierdes memorial material. Los objetos son souvenirs de tu vida, y perderlos significa la muerte de parte de nuestros recuerdos”.
La casa uncida al cuerpo
Por Jacobo Iglesias, Cuadernos Hispanoamericanos, 1 de octubre 2024
Que tenga una casa es la formulación de un deseo, la moneda que se tira a una fuente para soñar con la posibilidad de tener unas llaves en el bolsillo, un sitio adonde volver siempre, o simplemente aquello que anhelaba Virginia Woolf para las escritoras: una habitación propia donde poder escribir con libertad.
Casa, familia, relato: Emanaciones actuales de la trinidad más longeva
Por Santiago García Tirado, Podcast Quimera Voces #44
Florencia del Campo asume riesgos, como cuando asimila formas diversas tomadas de la poesía, o del ensayo, que bajo su tutela se pliegan naturalmente a las órdenes de la narración, o como cuando desconcierta al alternar la primera y la tercera persona para señalar a la voz narrativa.
‘Que tenga una casa’, de Florencia del Campo
Por Ricardo Martínez Llorca, Un libro al día, 30 de septiembre 2024
Que alguien relate mientras relata lo que se le ocurre relatando no es algo nuevo, pero Florencia del Campo (Buenos Aires, 1982) añade a esto un territorio en el que todos pensamos y pocos escribimos: qué significa la casa. Decimos la casa, no el hogar, porque hay que centrarse en el espacio físico dentro del cual suceden las familias, suceden las parejas. Un hogar es un sitio que ya viene con sus adjetivos, pero una casa es un ente vacío y uno lo llena, como nos va explicando Florencia del Campo, de relaciones. Una casa es con quién, no un decorado.
Florencia del Campo: Reflexiones sobre el hogar en Que tenga una casa
Por Santiago Aparicio, Diario16, 22 de septiembre 2024
Casas que van arrebatando un poco de cada alma que por allí pasa, de forma habitual o circunstancial, para constituirse ellas mismas en un ser propio. La colisión entre dos seres, la casa y la persona, acaba transformando a ambas partes de la ecuación hasta llegar a formar un todo nuevo y en constante desarrollo. O esto es lo que he entendido del libro.
Florencia del Campo: Reflexiones sobre el hogar en Que tenga una casa
Por David Cervelló, Nits de Ràdio, Onda Cero Catalunya, 18 de septiembre 2024
Es como un medio camino entre un ensayo y una novela propiamente dicho. Porque Que tenga una casa no deja de ser una afirmación y también un viaje por diferentes por casas. Porque en muchos libros se dice ¿no? que el paisaje o el lugar es un personaje más pues la casa también es un personaje con muchas historias y, también, muchas vidas.
(Desde el minuto 28:00 hasta el minuto 49:20 )
Que tenga una casa, el libro de la semana en El Club de lectura, À punt Radio
Por Estela Sanchis, El Club de Lectura, À Punt Radio, 17 de septiembre 2024
“Un libro que narra las casas en las que ha vivido la autora, desde la casa de la infancia hasta la casa en la que actualmente vive, la que pudo por fin comprar, y es una casa que estaba en ruinas. Me gusta mucho por la aproximación que hace a la casa, hace un estudio casi relacionándolo con el cuerpo, la casa como símbolo y está muy cercano a la poesía”.
A partir del minuto 18:15
Que tenga una casa
Por Ricardo Martínez Llorca, Culturamas, 10 de septiembre 2024
“Un libro en el que indaga sobre la casa como un símbolo, un referente, como el cuerpo que nos contiene y en el que, a veces, vivimos como en unhttps://relibro.blogspot.com/2024/09/que-tenga-una-casa-florencia-del-campoa prisión, buscando inútilmente escapar. La casa en tanto destino y origen, memoria y futuro desconocido. La casa: algo propio y ajeno al mismo tiempo”.
Que tenga una casa, Florencia del Campo
Por Jesús Rojas, Relibro, 9 de septiembre 2024
“La escritura de Que tenga una casa, como buen making of que es —no olvidemos que es la vida de la autora mientras intenta recopilar información para un hipotético libro de cuentos—, recoge partes que están vinculadas a su labor de investigación genealógica, su tanteo inmobiliario y recuerdos de su niñez, y las mezcla en un collage que alterna imágenes de casas y citas de autores, canciones o películas”.
Florencia del Campo: “Me interesa pensar la casa como la posibilidad de una vuelta”
Por Mariu Gallizo, Itinerancias, 6 de septiembre 2024
“Florencia del Campo en su maravilloso Que tenga una casa narra desde la vivencia la casa, la casa y el cuerpo, la casa y la escritura, la casa y el exilio”
Florencia del Campo y Fernanda García Lao conversan sobre Que tenga una vida.
En Llibreria Nollegiu del Poble Nou (Barcelona) , 6 de septiembre 2024
“Esto de la extranjera que vos decís que fuiste desde niña. Esta cosa de sentirse afuera, de encerrar afuera a las hermanas, de construirse por el lado de afuera y de contemplar casi como peregrino la propia existencia. Es un libro superinteligente, con la buena inteligencia que es la inteligencia emocionada, la que traspasa el plano de la corrección y se atreve a mostrar heridas, y a construirse sobre la herida, sin tapar el síntoma” (Fernanda García Lao).
Florencia del Campo: ‘Que tenga una casa’, en Efecto Doppler
Por Efecto Doppler, Radio 3, RTVE, 3 septiembre de 2024
“La posibilidad de escribir con una trenza, de escribir con los pómulos. Con escribir con el cuerpo me refiero a dejar algo ahí en la escritura que atraviesa completamente. La escritura tiene consecuencias en el cuerpo. Yo escribo con el cuerpo y sobre el cuerpo. Una de las cosas que más me obsesionó fue ver los paralelismo entre cuerpo y casa. Columna o codo, palabras que usamos en el contexto de las casas pero también del cuerpo”.
Zenda recomienda: Que tenga una casa, de Florencia del Campo
Por Zenda Libros, 12 de agosto
«Esta es la cuarta novela de la escritora argentina Florencia del Campo. Un libro en el que indaga sobre la casa como un símbolo, un referente, como el cuerpo que nos contiene y en el que, a veces, vivimos como en una prisión, buscando inútilmente escapar.»
Que tenga una casa (Florencia del Campo)
Por Francisco Hermoso de Mendoza, Devaneos, 12 Agosto 2024
«Florencia del Campo ensaya escribir sobre una casa que será cuerpo. Un lugar al que volver, porque este es un libro de exilios, ausencias y viajes en el tiempo.
La exploración de la condición de extranjería
Por Diario16+, 4 de agosto
En esta obra, la casa se presenta como un símbolo y un referente, comparable al cuerpo que nos contiene y del que a veces buscamos escapar inútilmente. La casa se revela como destino y origen, memoria y futuro desconocido, algo propio y ajeno al mismo tiempo.
“Que tenga una casa”: La nueva novela de Florencia del Campo y la búsqueda de un hogar
Por Tercera Información, 31 de julio
En esta obra, la casa se presenta como un símbolo y un referente, comparable al cuerpo que nos contiene y del que a veces buscamos escapar inútilmente. La casa se revela como destino y origen, memoria y futuro desconocido, algo propio y ajeno al mismo tiempo.
Una casa propia: el nuevo libro de Florencia del Campo
Por Juan Marqués, The Objective, 24 de junio
“Que tenga una casa es un libro muy conseguido, un largo viaje con un final más o menos apacible, si no feliz. Aquí, siquiera provisionalmente, se resuelve una carencia que ha estado activa durante años, y queda cosida una herida antigua, no sabemos si para siempre en lo que respecta a la autora, pero sí en lo que se refiere al pequeño mundo, recién pintado, que en este libro se crea”.